El envejecimiento demográfico y las pensiones entre los objetivos de la Presidencia de España del Consejo de la Unión Europea

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14-07-2023

Por quinta vez en su historia, España asumía el 1 de julio la presidencia del Consejo de la Unión Europea, una función que se extenderá hasta el 31 de diciembre del 2023. La Presidencia de España coincide con el fin del ciclo institucional europeo, antes de las elecciones al Parlamento Europeo que, a priori tendrán lugar en mayo del 2024. Durante este periodo, nuestro país será el encargado de dar continuidad a los trabajos que se vienen desempeñando en el seno de la institución que, reúne a todos los Estados miembros a través de sus representantes ministeriales. España tendrá que colaborar a su vez, con otras dos presidencias, encabezadas por Bélgica y Hungría, que conformarán el denominado “Trío”, grupo informal compuesto por tres presidencias, que han de colaborar durante dieciocho meses.  Las cuestiones prioritarias marcadas por la Presidencia de España se centrarían en cuatro ejes: reindustrialización de la UE y garantía de su autonomía estratégica abierta; transición ecológica y adaptación medioambiental; justicia social y económica; y refuerzo de la unidad europea.

 

La demografía, entendida como el reto demográfico y la lucha contra la despoblación, constituye uno de los ejes en los que centrará su actuación la Presidencia española, según se recoge en su programa. Para ello, se contempla una Estrategia europea que permita la adaptación de los sistemas nacionales de protección social al envejecimiento demográfico, además de una Garantía europea para mayores.

 

En línea con el Pilar Europeo de Derechos Sociales, el Plan de Acción adoptado por la Comisión Europea en marzo del 2021 y el compromiso acordado, en materia de derechos sociales, por el Consejo Europeo Extraordinario en la Cumbre Social de Oporto 2021, las prioridades de la Presidencia Española en materia de políticas laborales fijan sus actuaciones en la reducción de las desigualdades, el fortalecimiento de los derechos laborales y sociales, y la protección de aquellos colectivos más vulnerables.

Destaca el apartado dedicado a la Seguridad Social en el que se hace referencia al “fortalecimiento del escudo social europeo”, a través de las pensiones. “La protección social de los trabajadores autónomos; el impulso a la modernización de los modelos de protección del empleo y las rentas; así como de la coordinación de los sistemas de seguridad social para favorecer la movilidad laboral y la integración del mercado de trabajo europeo”, constituyen los principales campos de actuación en los que se va a trabajar.  Para lograrlo, se dará continuidad a los expedientes legislativos abiertos.

 

Las políticas laborales también contemplan la Estrategia europea en materia de cuidados, visibilizando esta realidad y estableciendo como una de las acciones clave a seguir, de cara a estos meses, que todas las personas puedan acceder a este derecho.