El Banco de España apuesta por nuevas alternativas ante el incremento del gasto en pensiones
A lo largo de las últimas semanas el sistema público de pensiones ha pasado a convertirse en objeto de análisis para diferentes organismos y personalidades, ante el cada vez más que posible consenso entre las formaciones que integran la Comisión del Pacto de Toledo, acerca de las recomendaciones que encaminarán la futura reforma de las pensiones públicas. Si en el mes de agosto era el Banco de España el que, a través de la publicación de un informe, estudiaba el rendimiento financiero que presenta el actual modelo, apenas un mes más tarde, el director general de EconomÃa y EstadÃstica del organismo, Óscar Arce, exponÃa en un encuentro virtual organizado por la Fundación Edad y Vida, a fecha 21 de septiembre, los principales retos a los que tendrá que hacer frente el sistema en los próximos años.
Durante su intervención, Arce señalaba el incremento del gasto en pensiones contributivas como una de las principales causas que explicarÃan la actual situación deficitaria en la que se verÃa inmersa la Seguridad Social. Según lo apuntado desde el Banco de España, el gasto en pensiones habrÃa pasado de suponer un 6,7% del PIB en el año 2007, al 10,3% en 2019.  Todo ello, en un contexto marcado por unas cuentas que, ese mismo año, registraban un déficit del 1,3% del PIB. El alza del gasto en pensiones responderÃa, tal y como señalaba el economista, a un aumento de la tasa de dependencia, especialmente relacionada con el incremento de la esperanza de vida, la entrada a la jubilación de la generación del baby boom, el crecimiento de la pensión media frente al salario medio, asà como la baja tasa de empleo. Unas cuestiones que llevarÃan años afectando a la sociedad española y que motivarÃan las reformas realizadas en 2011 y 2013, “orientadas a garantizar la sostenibilidad financieraâ€. No obstante, pese a la integración de elementos que supusieron “un avance importante en la viabilidad del sistemaâ€, la supresión de algunos de ellos plantea ahora la necesidad de diseñar nuevas medidas orientadas a mejorar el mercado de trabajo y a combatir a su vez, el reto demográfico.
Alternativas del Banco de España
En lo relativo al mercado de trabajo y tomando como referencia los estudios realizados por la AIReF, el director general de EconomÃa y EstadÃstica del Banco de España recordaba que en el caso de alcanzar una tasa de empleo del 80% en el año 2050, esto lograrÃa una reducción del gasto en pensiones por factor demográfico entre un 50% y un 73%. Un objetivo que tildaba de “ambicioso†(en 2019 la tasa de empleo se situaba en un 60%), pero que podrÃa llegar a ser insuficiente si no se combina con otras medidas.
Coincidiendo con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, retrasar la edad de jubilación, constituirÃa para Arce uno de los mecanismos más eficaces a la hora de asumir el elevado gasto en pensiones. Para ello, acudÃa a modelos de otros paÃses europeos como Portugal, Italia o Dinamarca en donde se habrÃa llegado a ligar la edad de jubilación con la esperanza de vida. En sintonÃa con lo expuesto por el ministro durante su última comparecencia ante la Comisión del Pacto de Toledo, el economista reiteraba que los incentivos que actualmente existen para retirarse del mercado laboral más allá de los 65 años “muy débiles o prácticamente inexistentesâ€.
Respecto al ahorro privado, la popularidad de los planes de pensiones individuales en España distarÃa de la que gozarÃan en otros paÃses del entorno, otorgando, en el caso de la población española, un mayor peso a los activos inmobiliarios. En este sentido, y ante cuestiones como el envejecimiento de la población, Arce consideraba que esta situación pudiera llegar a favorecer “el desarrollo de productos financieros responsables y competitivos†que puedan suponer una alternativa de ahorro para las personas mayores, como son la hipoteca inversa o la venta de nuda propiedad.
La futura reforma de las pensiones públicas deberá conjugar, según apuntaba Arce, los intereses de los pensionistas de ahora, con los de aquellas personas que tarde o temprano accederán al sistema.