La OCDE propone incentivar el ahorro privado ante la tensión generada en el mercado laboral

OCDE_111220
11-12-2020

En épocas de incertidumbre o inestabilidad laboral, reducir el gasto y fomentar el ahorro privado se convierte en una cuestión más que prioritaria para quienes ven peligrar su estabilidad financiera. Así se ha podido constatar durante la actual crisis, en la que, en base a los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de ahorro de los hogares españoles alcanzaba su máximo histórico, tras situarse en un 31,1% durante el segundo trimestre del año, un 13,7% más que en 2019, periodo en el que se registraba una tasa del 17,4%. Pese al cambio de tendencias conductuales, provocado en gran medida por el confinamiento, el ahorro para la jubilación sigue siendo desplazado por otros asuntos que demandan una mayor urgencia a corto plazo. Es por ello, por lo que desde la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) han querido recordar la importancia de fomentar el ahorro privado, en momentos de gran tensión para el mercado laboral.

En su último informe, Pensions Outlook 2020, el organismo recuerda que si bien, medidas transitorias como los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) habrían logrado contener, temporalmente, los efectos de la COVID-19 en el tejido productivo, la deuda emergida por el uso de tales herramientas ejercería una mayor presión sobre los sistemas de pensiones. De tal manera que, a los retos derivados de los cambios demográficos de los últimos años, materializados en bajas tasas de natalidad y una mayor esperanza de vida, se adherirían a su vez, aquellos resultantes de un crecimiento económico bajo y unos tipos de interés y un rendimiento muy reducido, que podría llegar a mantenerse en el tiempo, como consecuencia de las inquietudes generadas por la crisis. Una situación que, en el caso de darse, derivaría en que muchas personas no pudieran reunir suficientes ahorros de cara a su jubilación ante tales adversidades. Es por ello, por lo que desde la OCDE recomiendan a los gobiernos diseñar políticas económicas encaminadas a permitir que las personas puedan seguir ahorrando para tal fin, evitando “la venta de activos y la materialización de pérdidas de valor cuando los mercados fluctúen, y que los proveedores de pensiones actúen de acuerdo con sus objetivos de inversión”, tal y como señalan desde el organismo.

Conscientes de la dificultad añadida que supone para aquellos trabajadores en condiciones más precarias destinar una parte de su sueldo a contemplar su futuro retiro, desde la OCDE abogan por proteger a estos colectivos brindándoles la oportunidad de poder hacerlo, mediante la adopción de una serie de alternativas encaminadas a incentivar el ahorro individual. Entre sus propuestas, el organismo apuesta por ampliar la oferta de productos híbridos de ahorro, conservar el mismo plan de pensiones en aquellos casos en los que el ocupado decida cambiar de trabajo, flexibilizar las contribuciones, así como destinar automáticamente parte del salario a un plan de pensiones del que el beneficiario podría desistir en cualquier momento en el caso de así desearlo.

Mediante la publicación de dicho informe, el organismo internacional contribuye a impulsar la cultura del ahorro privado, reflexionando acerca de la importancia de emplear parte de nuestras ganancias a cubrir posibles necesidades, pero también, a ofrecernos una mayor tranquilidad en un periodo de la vida en el que se reduce la capacidad de reacción ante los posibles contratiempos que puedan surgir.