La caja única de pensiones centra la última sesión plenaria del Senado

La
investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, celebrada el pasado
16 de noviembre, ha traído consigo ciertos cambios en el Ejecutivo, como es el
nombramiento de Elma Sáiz, como ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones,
en sustitución de José Luis Escrivá, que pasa a asumir el Ministerio de
Transformación Digital. Los acuerdos entre el PSOE y el PNV para alzar a
Sánchez como presidente, entre los que se incluiría el posible traspaso del
régimen económico de la Seguridad Social al País Vasco en un plazo de dos años,
llevaban al Grupo parlamentario Popular a presentar una moción por la que se
insta al gobierno a garantizar el mantenimiento de la caja única de la
Seguridad Social como pilar fundamental de nuestro sistema de protección social.
Dicha moción era defendida por el senador Gerardo Camps, durante la sesión plenaria
celebrada el martes 21 de noviembre en el Senado.
Camps
iniciaba su intervención citando los artículos 41 y 149 de la Constitución
Española y los artículos 21 y 74 de la Ley General de la
Seguridad Social, señalando como de acometerse el traspaso de competencias
a Euskadi, se procedería a la vulneración de los mismos. La defensa del
principio de caja única de la Seguridad Social “trata de evitar las
distorsiones entre los pensionistas vascos y el resto de España”, apuntaría
Camps quien, a su vez, recordaba como “cualquier negociación debe ser abordada
en el marco del Pacto de Toledo”.
Lejos
de ser algo nuevo, el debate en torno al traspaso de competencias al País Vasco
vendría fraguándose desde hace años. No obstante, durante su toma de posesión, la
recién nombrada titular de la Seguridad Social mostraba su negativa a que exista
un riesgo de ruptura de la caja única. Cumplir con lo recogido en el Estatuto
de Guernica, vulneraría los principios de solidaridad financiera y de caja única
de la Seguridad Social, tal y como señalaba Camps durante su intervención. Mediante
estos principios, se unifican “todos los recursos económicos y la
administración financiera del Sistema de la Seguridad Social”, según
se recogería en la página del organismo. De acuerdo con esta afirmación, el
Estado sería la única autoridad competente para legislar sobre las pensiones
contributivas y, por tanto, la encargada de recibir los ingresos por
cotizaciones y proceder al reparto de las prestaciones. La cesión de estas
competencias a las comunidades autónomas supondría que, en el caso del País
Vasco, asuma un déficit de 4.000 millones de euros, siendo una de las
comunidades autónomas que presenta una mayor insuficiencia en este ámbito.
Próximos
avances en materia de pensiones
Tal
y como adelantó durante su toma de posesión, Elma Sáiz dará continuidad a la
reforma iniciada por su predecesor, centrándose en el despliegue de nuevas
modalidades de jubilación parcial o activa, que permitan la salida progresiva
de los trabajadores durante la última etapa de su vida laboral. Entre los
objetivos de Sáiz también destacarían los planes de pensiones de empleo y la
nueva reforma del sistema de autónomos, apuntando en todo momento la
importancia de que los cambios se produzcan desde el consenso y en el marco del
diálogo social.