El Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea entra en vigor
El
uso de la Inteligencia Artificial (IA) ha traído consigo importantes cambios,
muchos de ellos que afectan a la relación entre profesionales y clientes. El
avance de estos sistemas reclama un marco jurídico que permita prevenir y,
llegado el caso, responder ante los posibles riesgos derivados de su uso, sin
que ello implique tener que renunciar a los beneficios asociados a la IA.
A
nivel europeo, destaca el Reglamento de
Inteligencia Artificial de la Unión Europea (RIA), publicado el 12 de julio en
el Diario Oficial de la Unión Europea y que entrará en vigor el próximo 1
de agosto. Se trata de una ley pionera en la regulación del uso y desarrollo de
estos sistemas, que vela por un uso ético y responsable, apostando a su vez por
la innovación y teniendo presente en todo momento la Carta de los
Derechos Fundamentales de la UE. A tal fin, el Reglamento establece una
serie de obligaciones en función de los riesgos asociados a los sistemas de IA,
clasificándolos en cuatro niveles: riesgo inaceptable, alto, limitado y mínimo.
Para garantizar su cumplimiento por parte de los Estados miembros, se establece
una autoridad de control materializada a través de la Oficina Europea de
Inteligencia Artificial de la UE.
El
Reglamento contempla entre los temas abordados, el compromiso que deberán
asumir los poderes públicos para proteger a aquellos colectivos más
vulnerables, de manera que el diseño e implantación de los sistemas de IA, no perpetúe
ciertos sesgos discriminatorios.
En
el ámbito internacional, resulta interesante el informe “El
papel de la Inteligencia artificial en el procesamiento y la generación de
nuevos datos”, actualizado por última vez, el presente mes de julio. El
documento profundiza en los principales desafíos legales y políticos en el uso
de la IA, al mismo tiempo que analiza la implementación de la Ley de IA de la
UE y su repercusión en los ecosistemas de datos abiertos.
Normativa
nacional
En
lo referido a los avances realizados por nuestro país en este ámbito, destaca
la Estrategia
de Inteligencia Artificial 2024, aprobada por Consejo de Ministros 14 de Mayo,
que refuerza la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial 2020. La
Estrategia habría sido impulsada desde el Ministerio para la Transformación
Digital y de la Función Pública y su plazo de ejecución sería para el periodo
2024-2025. A través de ella se busca situar a nuestro país a la vanguardia en
el uso de una IA robusta y responsable, en el conjunto de la economía y de la
administración pública. Su diseño se habría llevado a cabo en torno a tres
ejes:
·
Reforzar
las palancas clave para el desarrollo de la IA
·
Facilitar
la expansión de la IA en el sector público y privado, con especial atención a
la Innovación y la seguridad
·
Fomentar
una IA, transparente, ética y humanística
En lo que respecta
al ámbito público, la Estrategia contempla la creación de un modelo de
gobernanza que se centre en la seguridad, calidad, interoperabilidad y
reutilización de datos.
A
nivel nacional, también destaca la futura Ley de Ciberseguridad que, según el
ministro de Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá,
el objetivo es que sea llevada al Parlamento antes de que concluya el año.
Además de ofrecer una respuesta ante los ataques cibernéticos, la futura Ley
tendrá un carácter preventivo.