Iniciativas intergeneracionales y espacios amigables con las personas mayores

Fomentar
las relaciones intergeneracionales, a través de iniciativas que logren reducir
la distancia existente entre las generaciones más jóvenes y aquellas más
mayores, se ha consolidado como una de las cuestiones prioritarias a la hora de
combatir el edadismo y generar entornos más amigables con la ciudadanÃa y, muy
singularmente, con estas. En lo que respecta a este grupo poblacional, la puesta
en marcha de iniciativas favorecerÃa su autonomÃa, asà como su inclusión y
participación en la sociedad. Por su parte, los jóvenes adquieren una visión
más positiva y libre de prejuicios sobre las
personas mayores al conocer de una forma más cercana la realidad del colectivo.
Como resultado, ambas partes se benefician de este intercambio de conocimiento
y experiencias que, a su vez, permite potenciar habilidades sociales como la
empatÃa, mejora la autoestima y contribuye a reducir la imagen estereotipada generada
en torno a determinados colectivos.
Aunque
las referencias a los espacios intergeneracionales serÃan cada vez más
frecuentes, ya en el año 2002 el Informe
de la Segunda Asamblea sobre Envejecimiento, reconocÃa a través de su
artÃculo 16 “la necesidad de fortalecer la solidaridad entre las generaciones y
las asociaciones intergeneracionales, teniendo presentes las necesidades
particulares de los más mayores y los más jóvenes y de alentar las relaciones
solidarias entre generacionesâ€.
En
esa premisa por lograr un acercamiento entre generaciones, resultan
interesantes iniciativas como el programa
intergeneracional “Conviveâ€, amparado por el Ayuntamiento de Madrid y la
ONG Solidarios para el Desarrollo, en el que participarÃan seis universidades
madrileñas. A través de este proyecto, las personas mayores de 65 años que vivan
solas y, que asà lo deseen, pueden acoger en sus casas a estudiantes de otras
ciudades o paÃses durante el curso académico. A fin de garantizar que la
convivencia sea lo más beneficiosa posible para ambas partes, esta se lleva a
cabo en base a un acuerdo que recoge una serie de compromisos y derechos que
han de cumplirse, a lo que se suma las tareas de seguimiento desempeñadas por la
ONG. Como uno de los requisitos establecidos, los estudiantes han de
comprometerse a pasar entre 2 o 3 horas diarias, aproximadamente, con la
persona mayor, realizando aquellas actividades que hayan acordado previamente. El
programa contribuye a que los estudiantes vivan en un entorno familiar, a la vez
que reduce las probabilidades de que los mayores caigan en un aislamiento.
Sin
salir del ámbito universitario, pero desde una perspectiva más formativa,
destacan las llamadas “Universidades de la Experienciaâ€, presentes en
diferentes puntos de nuestra geografÃa y, mediante las cuales, se busca
favorecer la inclusión de las personas mayores en la Universidad, haciendo de
esta un espacio de interrelación social en el que confluyan diferentes
generaciones.
Como
otro de los proyectos a destacar encontramos la labor desempeñada por la ONG Grandes
Amigos, a la que dedicábamos un espacio en
nuestro undécimo boletÃn digital de Expertos en Pensiones, a través de un
artÃculo de opinión elaborado por Mercedes Villegas, directora de dicha ONG. En
él, Villegas aborda el trabajo que vendrÃan realizando desde el año 2003, mediante
la consolidación de redes ciudadanas que ayudan a paliar la soledad no deseada desde
una perspectiva intergeneracional.
Estas
son solo algunas de las decenas de iniciativas impulsadas desde el ámbito
privado y público que, bajo un prisma basado en la promoción de la autonomÃa, y
centrado en el apoyo entre las personas, pone en valor y en común, lo mejor de
cada una de las etapas de la vida.