El Congreso aprueba el segundo bloque de medidas de la reforma de pensiones
La
reforma de las pensiones sigue su curso, tras la aprobación por Consejo de
Ministros extraordinario, celebrado el 16 de marzo, del Real Decreto-ley
2/2023 que recoge el segundo bloque de medidas. La reforma contaría con el
beneplácito de la Comisión Europea y los sindicatos, pero no con el de los
empresarios, que verían incrementadas sus cotizaciones a la Seguridad Social. En
la víspera a la aprobación de la citada norma, José Luis Escrivá, ministro de
Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, daba
cuentas de los principales puntos de la reforma ante la Comisión de Seguimiento
y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo. Según lo apuntado por el
ministro, la reforma sintetizaría el trabajo realizado por la citada Comisión
condensándolo en tres principios: “garantizar la eficiencia de las pensiones,
reforzar la equidad y solidaridad del sistema y asegurar su sostenibilidad”.
El
principal cambio que traería consigo este segundo bloque de medidas estaría
relacionado con la fórmula de cálculo de la pensión. El Real Decreto-ley permite
a los pensionistas elegir entre calcular su pensión en base al modelo
actualmente vigente, que tendría en cuenta los últimos 25 años cotizados, o la
nueva fórmula que, irá desplegándose progresivamente, y extiende dicho periodo
hasta los 29 años, con la posibilidad de excluir los 24 peores meses cotizados.
El sistema dual estará presente hasta 2044, fecha a partir de la cual el
periodo de cálculo de la pensión será de 29 años. “Este nuevo esquema beneficia
a una de cada tres personas en edad de jubilación”, apuntaba Escrivá. La medida
también mejoraría las pensiones de aquellas personas afectadas por las llamadas
lagunas de cotización, principalmente mujeres, cubriendo hasta un periodo de
cinco años de vacío de cotización con el 100% de la base mínima. “El sistema
actual está construido sobre la percepción de unas carreras lineales y no
termina de ser muy justo, por así decirlo, con personas que hayan tenido mala
suerte en sus últimos años y tengan lagunas o periodos de infracotización”,
apuntaba el ministro, quien a su vez resaltaba como estas medidas ayudarán a
paliar la brecha de género. Encaminado a esto último, la norma también estipula
un incremento adicional del 10% sobre el complemento de la brecha de género para
el periodo 2024-2025. Esto será aplicable tanto para las pensiones de la Seguridad
Social, como del Régimen de Clases Pasivas del Estado.
Otra
de las cuestiones que contemplaría el texto normativo es la mejora de las
pensiones mínimas contributivas y asistenciales. De tal manera que, en 2027 las
pensiones mínimas contributivas de los jubilados con cónyuge a cargo alcancen un
60% de la renta mediana de los hogares de dos personas. En una primera
estimación, Escrivá apuntaba que la pensión mínima se situará para entonces en
torno a los 16.500 euros anuales, unos 1.180 euros mensuales en catorce pagas. Por
su parte, las pensiones no contributivas deberán ser superiores al 75% del
umbral de la pobreza para un hogar unipersonal.
Sostenibilidad
del sistema ante un mayor gasto en pensiones
El
Mecanismo de Equidad Intergeneracional, contemplado en el primero bloque de
medidas de la reforma de pensiones, que sustituye al Factor de Sostenibilidad,
se vería a su vez reforzado en esta segunda fase, con el objetivo de dotar al
sistema de mayores ingresos. El Mecanismo, que ya establece una cotización del
0,6%, irá incrementándose una décima cada año hasta situarse en el 1,2% en
2029. Entre las medidas orientadas a proporcionar sostenibilidad al sistema, mediante
la dotación de ingresos, se encontraría la subida de las bases máximas de
cotización que, según lo apuntado por Escrivá, se encontraría por debajo de
otros países europeos. La medida, que se desplegará paulatinamente a partir del
2025 con una cuota del 1%, añadirá un 0,25% anual hasta llegar al 6% en 2045.
En
una primera aproximación, el Gobierno estimaría que tras la aprobación de estas
medidas el gasto en pensiones sobre el PIB pase del 12% actual, al 15,5% a lo
largo de 2040-2050. Un fenómeno que, entre otras cuestiones, vendría marcado
por la jubilación de la generación del baby boom. Pese al incremento del gasto
asociado a estas medidas, el titular de la Seguridad Social recuerda como
actualmente este se mostraría por debajo de la medida de la Unión Europea,
situado en 14 puntos, y sería a su vez muy inferior al de otros países del
entorno.