Declaración de la Renta 2022-2023, la oportunidad para ser más solidarios

El
11 de abril se daba comienzo a la campaña de la Declaración de la Renta 2022-2023,
con la apertura del plazo para la presentación vía online del Impuesto sobre la
Renta de las Personas Físicas (IRPF) 2022-2023, a través de la página web de la
Agencia
Tributaria. Los contribuyentes que así lo deseen también podrán realizarla
por vía telefónica, a partir del 5 de mayo, o acudiendo presencialmente a las
oficinas del citado organismo, desde el 1 de junio. En estos dos últimos casos se
deberá contar con una solicitud de cita previa.
El plazo para presentar el borrador, independientemente del canal
elegido, permanecerá abierto hasta el próximo 30 de junio.
Como
novedad, destacan las modificaciones llevadas a cabo por algunas comunidades
autónomas entre las que se incluyen Madrid, Andalucía o Cataluña, tras proceder
a una bajada del IRPF con carácter retroactivo, para paliar los efectos que
estaría ocasionando la subida mantenida de los precios sobre las rentas más
bajas. A nivel estatal, destacaría las aportaciones individuales a los planes
de pensiones privados que pasan a tener una limitación máxima de 1.500 euros
anuales, respecto a los 2.000 contemplados anteriormente. También se presentarían
cambios en las deducciones por maternidad, pudiendo acceder a ellas, además de
las madres trabajadoras, tal y como se venía realizando, aquellas que se
encuentren en paro o sean perceptoras del Ingreso Mínimo Vital.
Al
igual que en años anteriores, las personas contribuyentes podrán destinar una
pequeña parte de sus impuestos a fines solidarios:
-
Actividades
de interés social. Marcando
con una X la casilla 106, el contribuyente destina un 0,7% de sus impuestos a
proyectos de acción social desarrollados por ONG.
-
Iglesia
católica. En el caso de señalar
la casilla 105 la cantidad anteriormente señalada se dedicaría al sostenimiento
de la Iglesia Católica.
-
Ambas. La Agencia Tributaria nos ofrece la
posibilidad de marcar ambas casillas. En tal caso, la cuantía no se dividiría, destinándose
de forma íntegra un 0,7% de su IRPF a la Iglesia Católica, y el mismo
porcentaje a actividades con fines sociales.
En
el caso de no decantarse por ninguna de las anteriores opciones, el porcentaje anteriormente
señalado pasaría a aplicarse a los Presupuestos Generales del Estado.
En
lo que respecta a la Iglesia
Católica, durante la campaña del pasado año, el 31,29% de las declaraciones
se asignaron a la institución, favoreciendo las actividades solidarias en el
ámbito sanitario, social y educativo, entre otras. Por su parte, un 53% de personas destinaría parte de sus impuestos
a actividades
de interés social, contribuyendo con esta acción a que millones de personas
en situación de vulnerabilidad se vean beneficiadas. Entre las iniciativas,
también se incluirían acciones de carácter medioambiental.