Análisis de la igualdad de género entre el personal funcionario de la Administración Pública

Las
mujeres representan el 57% del personal funcionario de las Administraciones
Públicas, sin embargo, su presencia en puestos directivos se reduciría hasta el
30%. Con tales datos, comenzaba su intervención María Amor Sánchez de Ron,
subdirectora adjunta de aprendizaje del Instituto Nacional de Administración
Pública (INAP), durante la presentación del libro “El
papel de la mujer en la Administración Pública del siglo XXI”, que tuvo
lugar en la tarde del 4 de mayo en el Colegio de Registradores. Sánchez de Ron,
se refería a una segregación horizontal y vertical como las principales causas de
que la feminización del sector público en algunas áreas como justicia o
educación, se vea reducida a medida que se van subiendo escalafones. Estos fenómenos
tendrían como “consecuencia la infrarrepresentación de mujeres en puestos de
mayor responsabilidad y la no incorporación de la perspectiva femenina al
diseño de políticas públicas”, lo que afectaría a la calidad de las mismas, así
como a la de los servicios públicos. Donde sí se encontraría una mayor presencia
femenina sería en la administración autonómica, en la que las mujeres
representarían el 68% del personal funcionario.
La
Constitución Española recoge en su artículo 14 el principio de igualdad y, al
mismo tiempo, su artículo 9 establece que los poderes públicos han de promover
las condiciones necesarias para que la igualdad tanto del individuo, como del
grupo, sea real y efectiva. En este sentido, destaca la Asociación de Mujeres en el Sector
Público, fundada en 2018 con el objetivo de visibilizar el talento femenino,
destacando la labor desempeñada por las mujeres en dicho sector. El citado libro,
al que anteriormente se hacía referencia, habría sido coordinado por la presidenta
de esta asociación, Concepción Campos Acuña, quien destacaba como todavía se
tardarán “132 años en cerrar la brecha de género”, dado que actualmente existe
una igualdad formal, pero no real. Por ello, Campos Acuña, señalaba la importancia
de llevar a cabo una labor educativa y divulgativa, que traiga consigo decisiones.
La
Administración General del Estado, también contaría a su vez con Planes de
Igualdad, que cuentan con una regulación y orientación muy diferentes a las del
sector privado, en cuyo marco normativo se encontrarían la Ley Orgánica 3/2007
de 22 de marzo, el Real Decreto-Ley 6/2019,
de 1 de marzo, los Reales Decretos 901
y 902/2020, de
13 de octubre o los Estatutos de Autonomía y normativa autonómica y local,
entre otras. Por su parte, algunas de las materias que han de contemplar los
planes de igualdad estarían relacionadas con los procesos de selección y
contratación, la formación, las retribuciones o la promoción profesional.
Asimismo, el “III
Plan de Igualdad de la Administración General del Estado”, aprobado en el
año 2021, marcaría entre sus objetivos la erradicación de cualquier forma
discriminatoria contra las mujeres, la consolidación de una participación
efectiva de la mujer y las mismas oportunidades para el liderazgo, la promoción
de la corresponsabilidad o el aumento del uso de las tecnologías de la información
y la comunicación (TIC). En lo referido a este último punto, el libro dedicaría
uno de sus capítulos a la brecha de género en las TIC, en el que se destaca
como en el Comité de Dirección de las TIC la representación femenina tan solo
alcanzaría el 24%.
El acto concluía con la reflexión de María Emilia Adán, decana del Colegio de Registradores, quien apuntaba como en ocasiones son las propias mujeres las que contribuirían a ese techo de cristal y apelaba a la capacidad y al intelecto frente a cualquier barrera. “Las mujeres no somos diversidad. Somos parte de la propia esencia, hay que buscar que el ser humano esté representado”, apuntaba.