La jubilación activa y parcial centran las conversaciones de la mesa de diálogo en materia de pensiones

La
ministra de Inclusión Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, comparecía por primera vez
ante la Comisión de Seguimiento y Acuerdos del Pacto de Toledo en una
sesión celebrada durante la tarde del 8 de abril, para dar cuentas de los
avances que se están realizando en materia de pensiones, de acuerdo a las
recomendaciones consensuadas por la citada Comisión en octubre del 2020. Horas
antes, Sainz se reunía con la mesa de diálogo social sobre pensiones.
La
reformulación de la jubilación activa y parcial serían dos de los temas que
habrían centrado sendos encuentros y cuya propuesta habría sido rechazada en
primera instancia por sindicatos y patronales, quedando a la espera de una
nueva reunión que, previsiblemente, se celebrará en las próximas semanas. El
borrador recoge en el caso de la jubilación activa llevar a cabo una reducción
de la pensión de retiro durante los dos primeros años de compatibilización,
pasando del 50% inicial que se contempla en la actualidad, al 30% y 40% durante
el primer y segundo año respectivamente, ascendiendo progresivamente hasta
alcanzar el 100% a partir del quinto año. En el otro lado de la balanza la
reforma permitiría a quienes se acojan a esta modalidad, compatibilizar la
jubilación activa con el complemento de demora, además de proceder a la
reducción del periodo de cotización exigido. En lo que se refiere a la
jubilación parcial, la propuesta del Gobierno iría encaminada a recuperar el
modelo vigente en 2011 y que supone un endurecimiento de las condiciones de
jubilación parcial por contrato de relevo. Esta situación tendría lugar cuando
una vez que el trabajador cumple la edad mínima legal para acceder a la
jubilación procede a la reducción de su jornada, dando paso a que la empresa
firme un contrato con un trabajador para cubrir dichas horas. La propuesta del
Gobierno se centraría en elevar la base de cotización del relevista hasta el
75%, frente al 65% actual, de la base previa del futuro jubilado. El marco
regulador que defienden implantar desde el departamento dirigido por Saiz
trataría a su vez de corregir aspectos como el sesgo de género o la salida
prematura del mercado laboral, entre otras cuestiones.
El
encuentro con los agentes sociales también servía para poner sobre la mesa la
recuperación del coeficiente de parcialidad multiplicador del 1,5 para el
cálculo de las pensiones de los fijos discontinuos que se encuentren cercanos a
la jubilación.
Pensiones
de viudedad
Con
respecto a la reunión mantenida con la Comisión del Pacto de Toledo, entre los
temas abordados destacaba las alusiones a la recomendación 13 del Pacto de
Toledo, relativas a las pensiones de viudedad y orfandad. En el caso de las
primeras, Saiz manifestaba que se estaría estudiando proceder a calcular la
pensión de viudedad teniendo en cuenta los años cotizados por el fallecido,
siguiendo una línea similar a la de las pensiones de jubilación. En la
actualidad el cálculo se realizaría tomando como referencia la base reguladora
de la persona fallecida, que por lo general se situaría en un 52%, llegando en
algunos casos hasta alcanzar el 70%. Durante su comparecencia Saiz también se
refería al acercamiento entre la edad real de jubilación a la legal, que actualmente
se situaría por encima de los 65 años, los avances en torno a los coeficientes
reductores de edad en actividades penosas, además de hacer una buena valoración
del Mecanismo de Equidad Intergeneracional y su contribución al Fondo de
Reserva.